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Ensayo sobre Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEEs)

  • Juan Carlos Falcón
  • 16 mar 2017
  • 3 Min. de lectura

Es momento de comenzar a actuar…

El incremento de este tipo de desechos es alarmante en estos últimos años, recientes informes de la ONU establecieron que se producen 50 millones de toneladas al año y que el flujo de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEEs) está creciendo con gran rapidez, duplicándose cada doce años. Si bien estos parámetros se ajustan más a los países industrializados, es una problemática que no debemos soslayar pues la demanda de los productos del software y los servicios de información tecnológica en la Argentina viene creciendo a tasas del 20% anual promedio desde el año 2004, según lo revelan fuentes de la Cámara de Empresas de Software y Servicios Informáticos de la República Argentina (CESSI).

Este hecho, nos coloca en una alerta ambiental de significativa importancia, si tenemos en cuenta la vida útil de todos estos aparatos eléctricos y electrónicos (AEE). En consecuencia, debemos ser conscientes de que es necesario reglamentar específicamente sobre el tratamiento y gestión de estos residuos.

Si bien la Ley de Residuos Peligrosos 24.051 en su artículo Nº 2 contempla, en parte, a la basura electrónica como desechos contaminantes y peligrosos para el medio ambiente, no existe una Ley que reglamente específicamente al respecto.

Estos aparatos contienen grandes cantidades de todo tipo de sustancias peligrosas como metales pesados e hidrocarburos halogenadas tales como los PCB, (Bifenilos policlorados), PCT (terfenilos policlorados) y PBB (bifenilos policromados). Todos estos compuestos se encuentran presentes en cableados y como retardante de fuego en todos los equipos electrónicos y cabe señalar que según los tratados de Basilea y Estocolmo son considerados como COPs Contaminantes Orgánicos Persistentes y liberados al ambiente, pueden viajar a través del aire y el agua hacia regiones muy distantes de su fuente original como asimismo, permanecer decenas de años en el suelo resistiendo las degradaciones químicas, microorgánicas y las producidas por las radiaciones solares.

La exposición a niveles elevados de PCB produce erupciones cutáneas, prurito y quemaduras, irritación de los ojos, cambios pigmentarios en la piel y en las uñas, trastornos de la función hepática y del sistema inmunológico, irritación del tracto respiratorio, cefaleas, mareos, depresión, nerviosismo, fatiga e impotencia.

Además, debemos considerar que estos RAEEs son tóxicos, debido a que incluyen componentes altamente nocivos tales como el plomo, el mercurio, el cadmio, el selenio y el arsénico, entre otros, y cuando estos compuestos son fundidos liberan toxinas que contaminan el aire, el suelo y el agua. Por contacto directo con estos elementos naturales la salud humana se ve seriamente afectada con trastornos genéticos y enfermedades graves que pueden ocasionar la muerte.

Algunos datos para tener en cuenta

• Un tubo fluorescente, por su contenido en mercurio y fósforo puede contaminar 16.000 litros de agua.

• Una batería de níquel cadmio de un teléfono celular puede contaminar 50.000 litros de agua y afectar 10 metros cúbicos de suelo.

• Un televisor puede contaminar 80.000 litros de agua por su contenido de metales en las plaquetas, plomo en vidrio y fósforo en la pantalla.

• Una plaqueta de un celular o una computadora tiene mercurio, bromo, cadmio, plomo y selenio, entre otros contaminantes peligrosos según la ley argentina de residuos peligrosos.

Pero no todas son malas noticias…

En tal sentido desde la Comisión de Ambiente y Desarrollo Sustentable del Senado de la Nación, presentó un proyecto de ley (S/0934/10), ante la Cámara de Diputados y Senadores, en el cual se plantea la regulación y el adecuado tratamiento de los desechos electrónicos la Argentina, propugnando la producción ambientalmente responsable, incorporando el consumo responsable que incluya el reciclado de los equipos electrónicos, reduciendo la generación de desechos electrónicos a través de la compra responsable y el buen mantenimiento, donando o vendiendo los equipos electrónicos que todavía funcionen, donando equipos rotos o viejos a organizaciones que los reparan y reutilizan con fines sociales y reciclando los componentes que no puedan repararse, tal como lo indican a las normativas mundiales vigentes al respecto.

También en este mismo aspecto la Ciudad Autónoma de Buenos Aries promulgó el decreto 705/2011 que reglamenta la ley Nº 2807 sobre medidas para la gestión de aparatos electrónicos y en la Prov. de Buenos Aires se promulgó la Ley 14321/2011 que establece el conjunto de pautas, obligaciones y responsabilidades para la gestión sustentable de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEEs).

Ahora bien, el proyecto de ley mencionado al principio, debe dejar de ser un proyecto y convertirse en una ley nacional, no dejemos que los papeles y las promesas nos tapen como lo van a hacer muy pronto estos desechos… Actuemos señores Diputados y Senadores… el proyecto está en vuestro poder desde el año 2010 y su espíritu es muy bueno y abarcativo, y se ajusta perfectamente a los tratados ambientales internacionales.

Hay mucho por hacer y es momento de comenzar a actuar.

 
 
 

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